Empanada en estupenda compañía

Hoy hemos ido a hacer una empanada con tres socias del centro de personas mayores de Luanco como maestras (Puri, Fifi y Pila). Además contábamos con la inestimable colaboración de las dos cocineras del centro de Formación Agroalimentario de Gozón.
Al llegar nos pusimos manos a la obra. Primero nos pusimos el atuendo adecuado: delantal y gorro.

Luego se dividió la tarea. El grupo de Pilar y Sena con la ayuda de Fifi, Pila y Puri preparaba el relleno de las dos empanadas. 

Aunque no se perciba, la cebolla provocó alguna lágrima, que no llegó a mayores.
En la sala contigua Miriam se peleaba con la masa, que no se dejaba extender. Nos aclararon las cocineras que era culpa del frío. De todas maneras Miriam no se rindió.

Para la masa se necesitan los siguientes ingredientes:

• 500 gramos de harina.
• 50 de aceite de oliva.
• 150 de agua.
• 50 de vino blanco.
• 25 gramos de levadura fresca.

Se mezcla todo ello y a trabajar la masa.
De la otra sala ya llegaba el olor de los rellenos que se iban haciendo cocinando con la supervisión del primer grupo. El rugir de estómagos a esta hora era casi incontrolable.

Al fuego dos sartenes una con el relleno de la empanada de bonito y otra con el de carne. Ambos llevaban bastante cebolla picada fina y bien pochada, medio kilo de bonito o medio de carne picada, pimiento verde fresco y pimiento rojo asado de lata. Al final se añade el tomate frito.
Entretanto Miriam seguía luchando con la masa, que ya iba tomando forma.

Siguiente paso el montaje de las dos empanadas, adornos con los sobrantes de masa y al horno. Ya solo faltaba esperar un poco que el horno hiciera su trabajo. Nos pusimos cerca a animar y para combatir un poco el frío.

Y ¡por fin! las empanadas. En cuanto enfriaron un poco, nos lanzamos a degustarlas(¡incluido Yéremi!). Estaban buenísimas y además todavía sobraron unos trozos para llevar a casa.

Resumen: una mañana muy divertida y con una compañía estupenda. 

El 17 de diciembre nos volveremos a reunir para elaborar dulces navideños. Pila sabe unas recetas de suspiros y de frixuelos que ha prometido enseñarnos.